En octubre de 2017, animada por unas amigas, decidí acudir a eventos vender mi obra, queriendo ganar esa parte de la experiencia de estar frente al cliente que solo es posible conseguir con la práctica. Pero descubrí que ese contacto con la gente era una fuerza que me impulsaba a seguir adelante, a crecer y retarme, y que aún con sus cosas malas, los eventos me daban aquello que había esperado y más.

Cada año intento marcarme una meta nueva, este año era ir a mi primer evento fuera de España solo con lo que ganaba en lo eventos, y tras conseguirlo, para el que viene quiero repetir la experiencia e ir a más sitios.

Deseo expandir los límites de mi visión y seguir poniéndome metas, usando la cabeza y el corazón.